Hoy es posible convertirse en madre después de los 35 años, pero es importante conocer los riesgos y procedimientos.
Según el INEGI existen en México más de 35 millones de madres, en edades de entre 15 y 50 años.
Hoy un gran número de mujeres postergan la maternidad para desarrollar primero una estabilidad profesional y económica, así como una madurez emocional, pero la fertilidad femenina va disminuyendo con la edad, además los embarazos después de los 35 años pueden representar un riesgo para las madres y el pequeño. Por lo que es importante conocer las alternativas, cuidados y recomendaciones médicas para lograr ese sueño para muchas mujeres en edad madura.
El Dr. Vicente Manuel Rocha Delfín especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital D’María, explica que la edad es fundamental en el momento de concebir un hijo. La etapa más fértil en la mujer está entre los 20 y 30 años. A partir de los 35 años empieza una disminución en la función y calidad ovocitaria, por lo que los embarazos después de esta edad son considerados de alto riesgo o de edad avanzada, que en ciertos casos puede desencadenar diversas complicaciones.
Las madres primerizas de más de 35 años tienen mayor probabilidad de enfrentar dificultades durante la gestación en comparación con la población de menores de 35 años, si bien actualmente las mujeres de esta edad gozan de estupenda salud física, la edad reproductiva difiere, por ello la importancia de consultar al médico antes de intentar concebir, ya sea de manera espontánea o mediante terapias de reproducción asistida, en especial si se ha tenido dificultad para concebir o cuentan con algunos factores de riesgo, como enfermedades autoinmunes, así como también crónico degenerativas. Y de esta manera conocer los posibles riesgos de un embarazo tardío.
El también especialista en Cirugía Endoscópica Ginecológica y en Infertilidad y Reproducción Asistida, explica que a partir de los 35 años empieza una pérdida en la calidad ovocitaria de la mujer que le resulta más difícil lograr el embarazo y una vez que lo logra puede enfrentar riesgos como pérdidas gestacionales recurrentes, así como también, bebés con alteraciones cromosómicas, siendo la más común trisomía 21 o mejor conocida como Síndrome de Down. “El porcentaje de presentar una pérdida en el embarazo en mujeres mayores de 35 años es de 20-30%, a los 37 años este porcentaje se eleva a un 40% y aumenta conforme pasa la edad”.
LA FERTILIDAD, UN PROBLEMA MUNDIAL
En este proceso de embarazo en edad adulta también es de gran importancia la participación de la pareja. La Organización Mundial de la Salud considera la infertilidad como un problema a nivel mundial ya que alrededor de 100 millones de parejas registran problemas en ese sentido.
“En el estudio de la pareja infértil, hasta en un 50% del origen puede provenir del varón, por lo que es importante analizar a la pareja en conjunto”.
El Dr. Rocha detalla que la mujer debe tener tres características para embarazarse: tener ciclos menstruales regulares, anatomía o aparato reproductivo íntegro (sin lesiones o enfermedad) y un espermatozoide de adecuada calidad. La pareja que intenta concebir de manera espontánea cuenta con un porcentaje de efectividad de hasta el 17% por mes. De este modo la probabilidad de embarazo en parejas sanas de 30 años es de un 75%, a partir de los 35 años es de 65% y a los 40 años el 40%.
Reitera que con el tiempo la mujer se va acercando a la perimenopausia (que marca el final de los años reproductivos) donde las mujeres empiezan a tener alteraciones en sus ciclos menstruales acompañados de sintomatología vasomotora; sin embargo, esto no las exenta de llegar a embarazarse e incluso puede desarrollar un embarazo sin complicaciones.
Menciona el caso de una paciente de 45 años, quien tuvo un embarazo y parto sin complicaciones, lo cual fue una gran sorpresa, ya que no es lo característico en la obstetricia.
“La paciente mexicana tiene una fuerza impresionante para tolerar muchas patologías para embarazarse mayor. Puede tolerar mucho y lograr un embarazo a edad avanzada”, destaca.
MAYORES CUIDADOS
Los controles médicos durante el proceso de gestación son importantes para las mujeres de cualquier edad; sin embargo, estos cuidados deben extremarse para los embarazos de alto riesgo, explica el especialista en Ginecología y Obstetricia.
“Los cuidados de una mujer embarazada mayor es igual al resto de las mujeres, la diferencia es que es más estricto el control. En el caso de un embarazo espontáneo se realizan durante el primero y segundo trimestre, estudios como ultrasonidos estructurales, marcadores bioquímicos y estudios de vellosidad coriónicas para analizar y determinar si el bebé tiene alteraciones cromosómicas o genéticas. El control médico es más estricto e intencionado, es decir, se enfoca en la búsqueda de ciertas patologías”.
En el caso de detectar malformaciones, la madre o pareja decide si continúa con el proceso o se interrumpe el embarazo. “En Veracruz ya existe la interrupción legal y voluntaria del embarazo hasta las 12 semanas, por eso es importante la realización de los estudios sobre reproducción asistida, ya que tenemos la capacidad de diagnosticar cualquier alteración previa a implantar un embrión en una mujer. Incluso podemos conocer el sexo del futuro bebé, esto a través del diagnóstico genético preimplantacional”.
RECOMENDACIÓN DE EXPERTO
El Dr. Vicente Rocha recomienda a las mujeres mayores de 37 años que contemplan la maternidad, acudan con un especialista para que conozcan sus posibilidades, ya que con la edad la calidad de los óvulos va disminuyendo, y eso, dificulta el embarazo espontáneo. A las mujeres que ya viven un embarazo, es importante una buena alimentación y seguir las recomendaciones médicas.
TRATAMIENTOS
Existen diversos tratamientos para lograr un embarazo asistido como la fertilización in vitro.
El Dr Rocha señala que es importante saber lo que requiere la futura madre en cuanto a reproducción asistida. Los costos varían de acuerdo con los tratamientos y medicamentos.
Coito programado. Consiste en darle seguimiento a los ciclos ovulatorios de la paciente, lo que realmente no genera mucho gasto en las parejas.
Inseminación artificial. Consiste en estudiar a la pareja, en cuanto a la mujer corroborar que no exista una alteración metabólica ni endocrina en su eje reproductivo, así como también, las estructuras anatómicas (útero-trompas) se encuentren en perfecto estado. Por parte del hombre, se estudian las características del semen y se prepara al mismo. Consiste en acortar el camino de los espermatozoides y su paso a través de la vagina, para ser depositados en la misma y así, facilitar su paso al óvulo.
Fertilización in vitro. Proceso que consiste en la estimulación del ovario para capturar la mayor cantidad de ovocitos posibles. Estos, se pasan a un laboratorio donde son incubados y fecundados, vigilando su desarrollo. Una vez que alcanzan el estado de blasto (estado previo a la implantación de un embrión en el útero materno), en algunas ocasiones se realizan estudios genéticos para el estudio de estos con el objetivo de saber si son nanos o no. Posteriormente se transfieren a la cavidad endometrial, mediante una cánula esperando que el implante desarrolle un embarazo viable.
El especialista del Hospital D´María recomienda a las mujeres menores de 35 años pregunten a sus médicos sobre los tratamientos de conservación ovocitaria, si contemplan la maternidad en un futuro. Considera que los cambios sociodemográficos y ese desarrollo profesional que desean las mujeres está retrasando la maternidad y a veces ya es tarde para ellas porque la edad es importante.
Un embarazo es complicado después de los 35 años y supone un riesgo, pero existen tratamientos y diversas alternativas para lograrlo y concluir el proceso de la mejor manera, concluye el Dr. Rocha.
PARA SABER
De acuerdo con el INEGI en 2021 las madres con edades entre 20 y 29 años representaron 51.4 % del total de nacimientos registrados.
De 35 a 39 años el 8.93 %
De 40 a 44 años el 2.31 %
De 45 a 49 años el 0.20 %
De 50 y más años el 0.03 %