Por: José J. Núñez P.
Mucho se ha hablado de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, y muchos más han lucrado en su nombre y con lo acontecido, sobre todo en Youtube, donde hay vídeos y vídeos que hablan del tema, con o sin pruebas, conocimiento y sobre todo, veracidad.
Si bien, es labor del reportero, del periodista, del columnista, reportar lo sucedido, haciendo a un lado los sentimientos personales, las emociones que se experimentan ante una situación como la que vivió la joven estudiante de leyes, los “zopilotes” del canal de Youtube, muestran la poca madre que tienen al convertir una tragedia en un chisme de vecindad.
Y lo peor de todo, es que se autoproclaman, reporteros, periodistas, cuando se encuentran muy lejos de la profesión, cuando su único interés es conseguir más seguidores y por ende, mejores ganancias por parte de una plataforma que los alienta a seguir con sus rapaces videos.
Es intolerable que todos se enfoquen y proclamen la “promiscuidad” de una adolescente que ya no se puede defender, ante esos mercenarios del amarillismo, los cuales, escudados en la “libertad de expresión”, hacen su agosto, sin importarles manchar y dañar la reputación de una mujer que tuvo la desgracia de rodearse de personas sin moral y sin entrañas.
¿Les consta que Debanhi se prostituía? ¿Acaso le sirvieron de colchón o de condón para poderlo asegurar con esa desfachatez con la que lo hacen? ¿Qué pensarían si su madre, sus hermanas o sus hijas murieran de manera inexplicable y les adjudicaran una reputación similar?
Es inaceptable que estas sanguijuelas sigan explotando una desgracia de tal magnitud, nadie sabe con exactitud lo que en realidad sucedió, nadie estuvo junto a Debanhi, para asegurarlo.
Y me encabrona ver que, a los asesinos, asaltantes, delincuentes, traficantes, les cubren los ojos en las fotografías para darles el beneficio de la duda, no son culpables hasta que se les demuestre.
¿Y a una joven mujer que tuvo la desgracia de morir esa noche del mes de abril? A ella nadie le da el beneficio de la duda, todos aseguran y dan por hecho que, “iba a prestar un servicio”.
Por favor, ¿ya revisaron su cuenta bancaria? ¿llevaba la cantidad de dinero que dicen que le pagaron para que fuera a prostituirse? ¿les consta que lo iba a hacer?
Ya basta de tantas pendejadas, hay que ver las cosas como son, con profesionalismo, poner en duda todo lo que no se pueda demostrar y no dejarse llevar por rumores o chismes que al final de cuentas son dichos, habladurías, comentarios de personas que se quieren lavar las manos.
El dinero se mueve en grandes cantidades en este caso, y eso salta a la vista, lo que se les pagó a los empleados del hotel, lo que se le pagó al chofer, lo que se sigue pagando por debajo del agua para que el caso fluya y no se inculpe a nadie de manera directa, sembrando dudas y desprestigiando a la víctima, a la que están victimizando una y otra vez.
El único error de Debanhi, fue hacer amistades con facilidad, tal vez tenía ese carisma que atrapa y que te envuelve y enseguida confía en ti, te invita a su casa y te abre las puertas de par en par… confió demasiado en las personas equivocadas…
“No cualquiera es una amistad real, o persona de confianza”, y eso ya quedo demostrado con la clase de personas con las que se relacionaba, “las amigas”, ¿quién dice que no la drogaron? ¿Quién asegura que las cosas sucedieron como ellas las narran?
Otro de los errores que Debanhi, cometió en su corta vida, fue querer hacer lo que todos hicimos a nuestros 18 años, querer salir y comernos el mundo a puños, ir de fiesta en fiesta porque ya te sientes mayor de edad, todos tuvimos malas experiencias con el alcohol, porque todos nos hemos pasado de copas y todos hemos sido mala copa en alguna ocasión.
Y sobre todo, cuando tienes “amigos” que quieren embriagarte para empujarte a hacer cosas que por la embriaguez, eres capaz de hacer, ¿por qué corrió y se defendió del tipo al que patea?
El error de los padres de la muchacha, fue confiar en que Debanhi confiaba y creía en la lealtad de las personas que esa noche la acompañaron, irse a dormir con la “tranquilidad” que todos los padres y madres deberían tener de que sus hijas e hijos volverán a casa después de una fiesta.
Y no… no aceptaré que me digan que es o fue irresponsabilidad de sus padres, son muchos los padres a los he visto hacer bromas con sus hijos o con sus hijas al momento de salir a una fiesta algo como: “tu madre, la que no pega un ojo hasta que regreses y está hasta roncando cuando llegas”.
Tampoco aceptaré que me digan “pues ellos debieron de llevarla e ir por ella” ¿cuántas veces no mentíamos a nuestros padres con tal de que no hicieran eso? Porque “qué pena que mis papás vengan por mí y me vean mis amigos, ya no tengo 10 años”.
Esas dos personas que fueron a dar entrevista, solo fueron a lavarse las manos, fueron a revictimizar a una mujer que el día de hoy está muerta y ya no puede dar su versión de los hechos.
Desde cuando presuntos culpables y personas en investigación por voluntad propia dan entrevistas, ¿cuánto les habrán pagado? Como dije antes, el dinero corre a raudales en este caso.
Y a todos esos “zopilotes” que quieren saciar su sed de sangre, les diré que:
Los únicos culpables y responsables de todo lo que está sucediendo son:
La fiscalía que hizo todo mal desde el inicio y al fiscal, lo siguen protegiendo y manteniendo en el caso, ¿qué es lo que sabe para que continue en un cargo que a todas luces le queda grande?
El gobernador Samuel García nos dice “¿acaso no conocen los 3 poderes?”, esa respuesta me hizo recordar a Excelsa de la familia peluche diciendo “pero que quiere que haga, yo solo soy la sirvienta”.
Y principalmente, quien le haya arrebatado la vida.
Aceptémoslo… este caso como muchos otros es aventarse la bolita, lavarse las manos, sembrar cadáveres y alterar evidencias, darle al pueblo pan y circo.
Porque dentro de unas semanas más, habrá más desaparecidas y habrá más casos y poco a poco este México feminicida y de memoria corta, olvidará lamentablemente la impunidad con la que fue tratado el caso de Debanhi Escobar.
Que en paz descanse, la joven estudiante y hermosa mujer a la que le truncaron sus sueños.
¿Y tú… a quién crees que deberían de culpar por todo esto?