Por Jorge Treviño Isaías
A nadie debe sorprender la capacidad bélica de los afganos, incluso es algo normal el que poderosos ejércitos sucumban ante su estrategia militar, Joe Biden sencillamente lo tiene bien claro, por ello es que tomó la decisión de retirar a las milicias de Estados unidos de Kabul, hasta el último hombre al pasado 31 de agosto de 2021.
El mandatario norteamericano Joe Biden, seguramente le preguntó a Alejandro Magno, también no hay que dudar que consultó con el Gran Tamudjin “Gengis Khan”, el más grande conquistador de toda la historia.
La conquista de Alejandro Magno en el año 331 a.C. provocó, más que en cualquier otra parte, una simbiosis entre Grecia, Irán y la India, incluyendo el territorio que hoy ocupa Afganistán, aún así, se volvió a Macedonia.
Incluso pudiera ser con mucha certeza, que de manera más directa el presidente Biden consultara con sus aliados de la Gran Bretaña quienes invadieron esas tierras de Asía Central en el siglo XIX y que para el siglo XX fueron expulsados, derrotados por un pueblo con hambre de independencia.
El jefe de la Casa Blanca, tal vez analizó el fracaso de La Unión Soviética luego de que esta invadiera Afganistán en 1979, los líderes rusos impusieron un gobierno afín al comunismo, en pleno apogeo de la guerra fría, la respuesta fue inmediata por parte de los Estados Unidos que destinaron miles de millones de dólares al sustento de grupos independentistas para organizar la revolución afgana y lograr expulsar a los soviets.
Los aliados del Tío Sam fueron 7 líderes distintos tribales llamados muhaidines, quienes organizaron la guerra santa o yihad, algunos fundamentalistas y otros moderados, entre los extremistas por ejemplo, estaba Gulbuddin Hekmatyar conocido como el príncipe negro y quien justificaba: “todo en nombre de nuestros deberes religiosos”, a él se le atribuyen acciones aberrantes como arrojar acido a las caras de las chicas simplemente por no llevar el rostro cubierto, por no portar la burka.
En ese tiempo la Yihad recluta jóvenes de varias nacionalidades que en Afganistán recibieron el nombre de Al Qaeda, así apareció Osama Bin Laden, nacido en Arabia Saudita, miembro de una familia millonaria con empresas en la industria de la construcción, Bin Laden adquiere liderazgo durante el desarrollo de la lucha para expulsar a los rusos.
En febrero de 1989 el Soviet abandona Afganistán, se agudiza la guerra civil que ya tenía desde 1978 con muy breves momentos de cese al fuego, para 1996 todo estaba en ruinas, sin agua, sin electricidad. Así llegaron los Talibanes al poder y establecieron un orden extremista, un gobierno fundamentalista religioso basado en el islam. Caracterizado por la intolerancia, la discriminación hacía la mujer y por la crueldad en las ejecuciones a los opositores al régimen y a quienes profesaban otra religión, las amputaciones y azotes en público se convirtieron en escenas cotidianas.
El Talibán entre 1996 y 2001, facilitó la operación de Al Qaeda en territorio afgano como concesión a Osama Bin Laden por el apoyo recibido durante la expulsión de Rusia.
Osama Bin Laden aprovecha así, ya libre, sin ser molestado y sin tener que rendir cuentas a nadie para fortalecer una red internacional contra los infieles a su guerra santa, mientras los talibanes en el poder se ocupaban por imponer su forma de gobierno fundamentalista islámico, Al Qaeda planeaba desde las montañas de Afganistán varios ataques terroristas, entre ellos el del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center en Nueva York.
El atentado contra las Torres Gemelas en el corazón del imperio Yankee provocó la reacción inmediata hacia Al Qaeda y la búsqueda de su líder Osama Bin Laden.
Los norteamericanos buscaron algún aliado para ingresar a Afganistán para capturar a Bin Laden y encontraron en un grupo opositor al Talibán atrincherado en la franja fronteriza con Rusia, la llamada Alianza del Norte acordó soportar la llegada del ejército de EU a cambio de apoyo para derrocar a los talibanes. Así ocurrió y para diciembre de 2001 la Alianza del Norte tomó el poder y con el respaldo del Tío Sam instaura un gobierno con mayor apertura a la diversidad social, política ideológica y religiosa, pero en el que imperaba la corrupción.
El objetivo de Estados Unidos era capturar y hacer pagar al autor intelectual de los actos terroristas contra los Estados Unidos, originalmente no fue la invasión a Afganistán, pero el error que condenó al fracaso la presencia norteamericana en Kabul radica en la tardanza para retirar a sus milicias. A Osama Bin Laden le dieron alcance y muerte en mayo de 2011.
Por lo que podría verse como que no fue fracaso, pues consiguieron consumar la venganza, hacer pagar la afrenta a quien atentó contra ellos.
Joe Biden realizó lo que no se atrevieron sus antecesores
En mayo de 2020, Trump dialogó y pacto con los Talibanes la salida del ejército norteamericano de Kabul a cambio de inmunidad para los Talibanes por su parte los yihaidistas se comprometieron a que el éxodo norteamericano sería en un ambiente de tranquilidad, es decir sin ataques, la reunión celebrada en Qatar sin tomar en cuenta al gobierno de Afganistán, fue guardada por Donald Trump como una carta bajo la manga en caso de ganar las elecciones procedería a hacer valer el acuerdo retirando a sus militares y así aparecería como el gran estratega y promotor de la paz.
Sin embargo, su derrota electoral coincidió con la vertiginosa escalada del talibán para recuperar el poder en Afganistán estos fueron determinantes factores para acelerar la salida del Tío Sam de tierra musulmana pero ahora bajo la presidencia de Joe Biden.
“No hay diferencia entre rusos y estadounidenses invasores” señala el ex líder Muyhaidií Gulbuuin Hekmattyar.
En conclusión, podemos ver muy claro entonces que los afganos luchan contra la presencia de Estado Unidos como contra los soviets, así como antes lo hicieran contra Alejandro Magno, mongoles o británicos.
¿Seguirá China?
NADIE PUEDE NEGAR QUE LOS AFGANOS SON BUENOS SOLDADOS, GRANDES GUERREROS