Julio Cesar Barragán Suárez
Juan Antonio Olvera Masetto un médico cirujano odontólogo que ha hecho historia en este país ya que a él se le recuerda que en años pasados él se aventuraba con su camioneta y un grupo de gente (su equipo) de confianza a la sierra Oaxaqueña y veracruzana donde atendían de manera altruista nosotros le llamaríamos “amor a la profesión” donde él se avocaba a dar consulta y reparar miles de bocas a la gente marginada y que no tenían accesos a los servicios de un dentista y el con toda satisfacción nos cuenta como fueron esos años de gratitud y que con júbilo recuerda y nos relata un poco de lo que vivió en esas experiencias dentro de su profesión
En el año 84-85 pude salir abrigada y misiones por parte de algunas iglesias y yo iba como acompañante y apoyo para la atención médico dental llevábamos personal para oftalmología, prótesis dental y pues yo era prácticamente su asistente de lo cual de ahí me nació la vocación de seguir por cuenta propia las brigadas a zonas rurales en donde los servicios son muy escasos o nulos. Ahorita de alguna manera nos ha afectado también la pandemia por lo que tiene aproximadamente un año y medio más o menos que no he podido salir a prestar esos servicios de manera altruista a esos lugares rurales como Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Puebla en especial Vallecitos de Zaragoza en Guerrero, Filo del caballo, zonas costeras de Zihuatanejo, San Martín de la Costa que viene siendo barrio viejo, La Salitrera.
¿Cuál es la satisfacción más grande que te deja todo eso él trabajar cómo altruista?: Bueno pues un crecimiento personal más que nada y pues sí, la satisfacción de poder ir a ayudar regresarles aquel grano de arena que aportaron en mi persona como profesionista sin saberlo ellos de alguna manera fueron portadores de aquel granito ahora yo se los voy a regresar
¿Cuéntanos una anécdota de lo que hayas pasado en la en la Sierra algo que te haya dejado muy marcado?: Bueno pues agradable desgraciadamente bueno pues aquí no hay malos acontecimientos sino que el problema más más grande son los accesos A los lugares, pero si vamos de todo corazón y llevábamos el material de manera portátil incluso planta de luz para poder laborar en esas zonas, compre un una camioneta un camper tiene aproximadamente unos 27 años la cual la acondicioné como clínica ambulante y anduve prestando el servicio de atención médico dental en todas estas áreas de lo que fue Zihuatanejo, la Sierra, el Cundan, el Pinzan, zonas altamente peligrosas a el paso del tiempo bueno esta camioneta me dijo la satisfacción de poderles llevar el servicio y la atención sin embargo me fue de robada, nunca la recupere, para mí fue una perdida moral también aparte de económica porque llevaba yo todo el equipo.
¿Qué consejo le das a todos esos estudiantes que están por recibirse?
De alguna manera que se organicen y puedan apoyarlos ya que la ayuda siempre se necesita en estos tiempos.