- “Sí, leíste bien… la presbicia, o vista cansada, es un padecimiento refractivo adquirido y degenerativo que condiciona la incapacidad de enfocar objetos cercanos…”
Se escucha raro, verdad? Pero esta condición surge alrededor de los 40 años y se va acentuando con el tiempo… En la actualidad existen pocas alternativas para su tratamiento quirúrgico definitivo. Según diversas guías de práctica clínica, la ampliamente conocida cirugía láser para que el paciente deje de usar lentes (cirugía LASIK), no cubre con todas las expectativas de visión en el paciente que desea dejar de usar lentes para ver de cerca, además de sacrificar parcialmente otras facultades visuales.
Los pacientes que se someten a una cirugía láser de este tipo, en su mayoría, requerirán -después de tiempo- corrección con gafas para la visión cercana. Por otro lado, la conocida cirugía de catarata utiliza, en la mayoría de los casos, lentes intraoculares monofocales (de un solo foco), es decir, el paciente ve adecuadamente de lejos pero, al igual que con la cirugía láser, el paciente requerirá corrección con gafas para la visión cercana.
Debido a la creciente demanda visual para ver de cerca, en los últimos años se han desarrollado lentes intraoculares que permiten la corrección óptica de diversos padecimientos refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo), y actualmente también, la presbicia. Esto último introduce, en la práctica oftalmológica, el término “cirugía facorrefractiva”, que consiste en el reemplazo del cristalino por un lente intraocular que corrija las necesidades ópticas del paciente, sin la necesidad de láser.
Los lentes intraoculares que corrigen la visión cercana son conocidos en la jerga oftalmológica como lentes intraoculares premium, y tienen diseños trifocales (foco para visión lejana, cercana e intermedia) y de visión extendida (incremento de la profundidad de campo), además de ser 100% biocompatibles con el tejido ocular debido a su material acrílico hidrofóbico y, en algunos casos. acrílico hidrofílico con cubierta hidrofóbica.
Con el advenimiento de esta tecnología, cada vez más oftalmólogos apuestan por estos lentes intraoculares como opción terapéutica para la presbicia. Para la colocación de estos lentes intraoculares el cirujano oftalmólogo realiza la extracción del cristalino (en presencia o en ausencia de catarata) a través de la técnica de facoemulsificación. Ésta funciona a través de un sistema de ultrasonido que fragmenta y extrae del interior del globo ocular el cristalino, para posteriormente introducir un lente intraocular en donde éste se encontraba (reemplazando ópticamente la función del mismo). Lo anterior consiste en un procedimiento ambulatorio con una duración aproximada de 10-15 minutos y de pronta recuperación. Esta opción quirúrgica, difícil de corregir con anterioridad, representa una mejoría en la calidad visual y calidad de vida de los pacientes con presbicia.
Las encuestas de satisfacción y las diversas pruebas de calidad visual en los pacientes que se someten a un procedimiento de extracción de cristalino con colocación de lente intraocular premium nos han demostrado, a través de los últimos años, que es la mejor alternativa para el tratamiento de los defectos refractivos más frecuentes, incluyendo la presbicia.
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