GR Medios: Jorge Treviño
En los últimos meses la comunidad del Instituto Politécnico Nacional no se ha sustraído al interés por el proceso electoral que vive nuestro país, es importante que así ocurra pues refleja que los politécnicos están atentos a los acontecimientos trascendentales para la colectividad mexicana. Los procesos electorales son etapas, con principio y fin en la vida de las sociedades democráticas, los relevos en el poder tienen como vía los sufragios y los partidos políticos son el vehículo para transitar por cada proceso y acceder al poder.
Debemos reiterar que los vehículos para llegar a los puestos de gobierno son como su nombre lo dice partidos políticos, es decir tan sólo una parte, una sección de la sociedad, una porción y no el todo.
En la dinámica del IPN prevalece la primicia en la educación científica y tecnológica así como la gran vertiente de investigación al más alto nivel de competencia global, también por fortuna en el ámbito político existen diversas expresiones de pensamiento y preferencia por modelos planteados por los candidatos a puestos de elección popular. La diversidad enriquece a las comunidades en desarrollo.
No obstante lo anterior, al interior de las instalaciones guinda y blanco han surgido grupos que no admiten ideas diferentes a las de ellos, rechazan todo aquella expresión que no coincide con su versión política, la intolerancia es una característica que les envuelve y que deriva en alto riesgo de agresiones de todo tipo desde las verbales, pasando por actos discriminatorios y hasta de agresión física, la cual o necesariamente requiere que corra la sangre para que se considere como tal.
La diversidad de corrientes de pensamiento en el Politécnico robustecen la vida académica y social, por ello se requiere que el respeto a las personas que no te apoyan políticamente o que no coinciden con tus ideas, nunca se olvide, el respeto es un valor que queremos todos, es algo que necesitamos todos para conservar la integridad como seres humanos. Así que quien quiera respeto primero debe proporcionarlo.
Las ideas de totalitarismo acompañadas de intolerancia no son parte de las instituciones educativas, expresa tus pensamientos en libertad pero no atentes contra quien también usa su derecho a la libre expresión y participación.
El Instituto Politécnico Nacional es de todos los mexicanos, incluso podemos asegurar por el nivel de educación e investigación alcanzado en la actualidad, ya es patrimonio de la humanidad, no es propiedad de unos cuantos. Somos diferentes en ideas pero coincidentes en aspiraciones de un mejor futuro, que la pugna electoral no divida a la máxima institución de estudios técnicos de México.